Antecedentes
Este tema está dedicado a personas y comunidades cuyos conocimientos de construcción son escasos, nulos o en su defecto cometen errores heredados de sus antecesores.
La idea es que cualquier persona sin conocimiento en materia de construcción aprenda los razonamientos básicos para una buena terminación de la obra y por ende pueda construir su vivienda minimizando los riesgos por mantenimiento que comúnmente se encuentran en estructuras de este tipo.
Vamos a comenzar por la preparación del terreno a construir y conocer los elementos que participarán en la elaboración de su producto final.
Estas normas están enfocadas a personas de bajos recursos que no poseen poder adquisitivo suficiente para la obtención de su vivienda, ni esperar por que el gobierno le solucione dicha situación.
En realidad es mas el interés a construir, que el aporte económico a sufragar para la obtención del techo propio y que un pequeño grupo familiar pueda fácilmente construir su anhelada casa, en este caso nos referimos a un componente mínimo de tres personas que con ciertas herramientas de fácil acceso pueden de una manera cónsona ayudar al levantamiento de la edificación.
Comenzaremos con un listado de herramientas indispensables para el trabajo cotidiano y que no necesita tenerlas todas a la vez, también está el recurso de ayuda o pedir prestado a vecinos herramientas que puedan colaborar a tal objetivo.
A saber lo primero que necesitamos es el Jefe de cuadrilla y sus ayudantes
1 Carretilla
1 escalera que puede ser armada en madera, pero tiene que estar bien hecha que resista los embates al trajín que va a desempeñar
1 regadera del tipo de esas que se utiliza en jardines
1 tobo para mezcla, generalmente es ahora muy utilizado los cuñetes de pinturas vacios
1 serrucho
1 cegueta
1 cepillo de madera mediano
1 cepillo de madera grande
1 hoz o machete
1 escuadra que puede ser elaborada perfectamente en madera
1 formón
1 lima
1 hachuela
2 cucharas para mezclas
1 cordel o guaral resistente
1 cinta métrica de por lo menos 5 metros
1 tablón grueso de tres metros aproximado
1 batea de mezcla fina, puede ser de madera
1 nivel
1 cepillo para friso, bien sea de plástico o construido en madera.
1 regla de aparejo, bien sea un tubo rectangular o madero sin curvaturas
1 cedazo grande, que pueda tener la mitad de cuadros de ½ cms y la otra mitad para cernir arena fina
1 empujador y moldes de 10, 15 y 20 cms de ancho para bloques de tierra-cemento (ya indicare como se construye)
1 plomada
1 martillo
3 brochas, pequeña, mediana y grande
1 Berbiquiú con mechas de ½” y ¾” (si tiene la facilidad de conseguir un taladro y hay electricidad, mejor)
1 pico
2 palas
1 chícora
1 pisón pequeño y uno grande
Varios pipotes para agua en caso de ser escasa, pero por lo menos 1 para fácil acceso y luego para ser utilizado para el asfaltado
Por supuesto suficientes clavos de 3” 2” y 1 ½”, así como también tornillos de varilla de ½” con sus tuercas para el empalme de vigas y viguetas de madera.
Como verán son herramientas sencillas y de fácil obtención por medio de adquisición o prestadas.
Los materiales necesarios para construir en la primera fase de la edificación serían los siguientes :
-Cemento en sacos
-Tierra, que es el material más abundante y sin costo alguno y el que más vamos a utilizar
-Agua limpia
-Asfalto solido
-Cal y óxidos en polvo para colorear y preparar pinturas.
Muchas veces vemos a las casas de tierra cemento o bahareque con cierto desagrado y rechazo, comúnmente debido a la mala práctica de este sistema constructivo en la que muchas veces se deja a medio camino y su deterioro se hace evidente en poco tiempo.
En Venezuela existen muchas edificaciones hoy en día bajo este sistema bien elaborado y terminado que llevan una data de vida útil de más de 400 años.
Si observamos con detenimiento las viejas edificaciones de haciendas mantenidas, observamos lo sabroso de este tipo de construcciones, frescas, fuertes, espaciosas y psicológicamente adaptadas a nuestro medio y su entorno.
Pues bien porque no podemos tener una vivienda digna, mucho más que las edificaciones vanguardistas de las ciudades fabricantes de locuras y stress que nosotros nos empeñamos de llamar viviendas modernas y de tecnología, pero fabricantes de enfermedades espirituales y por ende enfermedades físicas, que nos conduce al exterminio como humanos, alejándonos más de ser sociales a pesar de vivir en sociedad.
Pues bien a quienes tienen esa dicha de poder vivir en paz pero necesitados, va esta pequeña contribución de lograr lo mas ansiado por las nuevas parejas que se forman para desarrollar familia y porque no.. A los que no han tenido oportunidad de obtenerlas, bien sea por desconocimiento y por su ingreso económico reducido, que no ve la solución a sus ilusiones, en una época donde el materialismo es quien dicta la norma. Pues bien! pongámonos en marcha y comencemos desde ya a fabricar nuestro oasis. Todo lo que falta y es lo más importante es la VOLUNTAD!....
Comencemos:
1.- Preparación y conocimiento de nuestro suelo y tierra
Por lo regular siempre aprendemos que la dureza es símbolo de resistencia y por ende mientras más cemento tenga una edificación, más resistente será…obvio!.....ERROR!
Pongamos este simple ejemplo… construyamos un cubo de 10 cms con concreto bien fuerte y pongámoslo al lado de una pelota pequeña de goma… de esas que en mi época costaban un real en la bodegas o pulperías de los pueblos. Pasémosle por encima una aplanadora de esas que se usan para asfaltar las calles y díganme que pasa. El cubo de concreto quedo hecho polvo mientras que la pelota solo se deformó y volvió a su postura original, quedando intacta.
Que nos demostró esto, no es que vayamos a construir casas de goma, pero si saber utilizar bien los materiales para tener una construcción solida, resistente y económica, utilizando los materiales en su perfecta combinación, lo que nos reflejará un uso adecuado sobre todo cuando utilizamos el cemento, que es nuestro material más caro a utilizar.
Es por ello que el primer paso es conocer nuestra tierra, para ver qué grado de combinación con el cemento nos resulta. Para ello empleamos el método de dosificación, explicadas en uno de los temas de este blog.
Preparación de la Tierra
Cernido
Una vez ya conocida nuestra dosificación para la construcción de los elementos constructivos, pasamos ahora a la Preparación de la Tierra.
Debido a que la tierra posee composición de naturaleza diversa bien llamadas impurezas en el campo de la construcción que no son deseados en la preparación de la mezcla, esta debe seleccionarse por excavación por debajo de la llamada capa vegetal o de residuos vegetales y otros agentes contaminantes, producto de material de desecho, por lo que es aconsejable utilizar tierra de una profundidad de por lo menos 20 cms. Por debajo de la superficie.
Si los componentes de la tierra tiene demasiada arcilla y muy poca arena, o se debe buscar zonas con agregados de este tipo o bien añadirle arena pura a la tierra, esta debe estar limpia de residuos orgánicos y otros ajentes contaminantes y volver hacer la prueba de dosificación. Una vez obtenida la tierra deseada, esta debe ser apilada en pequeños montículos juntos, bien revuelta, a fin de que sea una mezcla homogéneamente visible al ojo (sin vetas de colores).
No debe tener terrones, estos deben pulverizarse y secar si la tierra está muy humeda. Una vez ya seleccionada se debe pasar por el tamiz grueso de 8 a 10 mm de malla, a fin de eliminar pequeños terrones y piedras grandes, asi como otros objetos extraños a la mezcla, garantizando con esto que el cemento no penetre entre los terrones o piedras creando puntos débiles que puedan afectar la consistencia de los elementos constructivos.
Para el caso de pisos de concreto se puede aceptar piedras de 4 cms. No terrones de tierra. En terrenos con muchos terrones duros imposible de pulverizar golpeándolos, se debe humedecer a fin de que el agua debilite el compactamiento y pueda ser pulverizado mas fácilmente. En algunos casos este humedecimiento puede durar varios días.
Tierras hay, muy arenosas que no necesitan o requieren el cernido; otras en cambio, por su alto contenido de arcilla se apelmazan de forma que hace difícil el cernido, en ese caso es mejor prescindir de estas.
Hemos visto que en las Tablas de dosificación hay mezclas de 1 parte de cemento para 7 y hasta 16 partes de tierra, según el contenido de arena. Podrá notarse que el material de tierra-cemento hecho con tierras que sólo contienen una parte de arena (1 dedo en la prueba de la botella) resulta más costoso que el fabricado con tierras que tiene de 3 o 4 partes de arena (3 o 4 dedos en la botella.) Por la razón anotada, si la tierra de que se dispone tiene una proporción muy baja de arena debe hacerse una de tres cosas (1) Añadir una mayor cantidad de cemento, cosa antieconómica en la mayoría de los casos; (2) Mezclar a la tierra original otra tierra que tenga mayor cantidad de arena, o (3) Añadir a la tierra de que se dispone, suficiente cantidad de arena pura, aunque haya que acarrearlo desde otro sitio, solo es cuestión de sacar números a ver cual nos favorece mas económicamente.
Una vez que la tierra se haya preparado debidamente, se le apila y homogeniza.
Humedad
Ya con la tierra preparada, se le mezcla con la parte de cemento respetando la proporción obtenida con la dosificación y se le agrega con especial atención la cantidad de agua necesaria para que el producto final sea el adecuado.
Muchas veces por comodidad en el batido de la mezcla erramos al proporcionarle demasiada agua que hace fácil la labor del batido y acarreo.
De una buena calidad, son responsables las proporciones adecuadas tanto de los materiales secos; tierra y cemento, como del elemento líquido, el agua. Este último puede decirse que es el factor primordial, ya que si la mezcla se hace demasiado seca o exesivamente húmeda, ambos estados físicos se reflejan mas en el manejo del material y posteriormente en la consistencia y durabilidad del mismo.
Existe una proporción medible para el agua, pero sabemos que en la practica nunca se lleva esta contabilidad a cabo, por lo que la manera mas fácil de medir es por medio de la observación. Para la adecuada humedad de la mezcla esta debe ser pastosa y no desparramarse hacia los lados cuando se sirva, debe tener consistencia y cierta plasticidad. Si al servir corre como el lodo (muy humeda) o por el contrario esta se parte o abre(muy seca), son indicios de una mala humedad. El agua a utilizar en la mezcla debe ser lo mas limpia posible, pues el agua sucia reduce también la resistencia de la mezcla por contenidos grasos o químicos que perjudica la resistencia del material.
Una forma sencilla de hacer la prueba es la siguiente, una vez hecha la mezcla se toma un poco con las manos y se amaza formando una pelota lo mas redonda que se pueda, con la bola en mano se deja caer desde una altura de aproximadamente 1,20 m o el brazo estirado sobre un suelo limpio y duro.
Si al caer la bola se ha desbaratado, significa que la mezcla posee bajo contenido de humedad, osea muy seco. si por el contrario la masa permanese entera pero aplastada, quiere decir que el grado de humedad es satisfactorio y ya podemos comenzar a utilizarla.
Manejo de la mezcla
Para preparar la mezcla, debemos tomar como medida de materiales bien sea el cuñete o la carretilla, según la cantidad a preparar.
La base de toda preparación será la del cuñete y este debe utilizarse para todos los materiales incluyendo el cemento y agua, según la tabla de equivalencias que doy a continuación:
Equivalencias:
1,75 = Cuñete y tres cuartos
1,50= Cuñete y medio
1,25= Cuñete y cuarto
1 Saco de Cemento= Cuñete y medio
1 saco de cal=1 cuñete aprox. (dependiendo del país productor)
1 Carretilla= 3 cuñetes
1 Cuñete= 18,5 lts.
Por ejemplo, si se necesita preparar una mezcla de 10 a 1, se mediran diez cuñetes de tierra preparada, a la que se mezclará 1 cuñete lleno de cemento.
Por otra parte si necesitamos preparar la misma proporción pero en mas cantidad tenemos que 1 carretilla son 3 cuñetes, por lo cual se traduce que para preparar la misma proporción pero en mayor cantidad, tenemos 10 carretillas=30 cuñetes de tierra por 1 carretilla de cemento=3 cuñetes de cemento.
Una vez medida la tierra a preparar, se le extiende en una capa de 4 a 6 dedos de espesor, sobre la cual se extenderá el cemento previamente medido, tratando de cubrir toda el área de tierra. Luego se comenzará a palear, dando vueltas con la pala la mezcla hasta adquirir un color homogeneo, el cual indica que la mezcla está lista para recibir el agua.
Muchas de estas preparaciones por no decir todas, se acostumbra a que una vez regado el cemento se procede a mezclarlo con el agua sin antes palear la mezcla previa de tierra y cemento, lo que deja zonas sin recibir este último, produciendo problemas posteriores en la obra ya que estas partes tienden a esboronarse por la falta de dicho elemento; en resultado una construcción debil y de muy baja calidad.
Por ello es de suma importancia que la mezcla resulte siempre de un color homogeneo en todas sus etapas.
Una vez que la tierra y el cemento han sido debidamente mezclados en seco, se les extiende con lo pala para ir humedeciéndolos poco a poco, a la vez que se les palea hasta que la humedad sea uniforme. Si la tierra ha sido humedecida por la lluvia no necesita que se le añada más cantidad, de agua. Desde luego, la determinación exacta del grado de humedad de lo mezcla es bastante difícil, ya que la arcilla contenida en la tierra absorbe agua en cantidades que no se pueden determinar con métodos que sean rápidos a la vez que prácticos.
Una vez obtenida la mezcla deseada, comenzaremos su utilización para los diferentes componentes de la etapa constructiva, recordando siempre en los vaciados de intruducir una varilla larga dentro del concreto, golpeando suave pero repetidamente, a fin de que no queden espacios con aire dentro del vaciado y se cree un elemento monolítico al finalizar esta.